Pepi, Luci, Wolf y Lady Red escapan hacia el macizo del Annapurna |
Vuelve a la carga la indómita oveja Pepi que, junto con Luci, Wolf y Lady Red, escapa hacia las montañas en busca de los habitantes del Annapurna. Recorriendo unas carreteras llenas de baches dentro de autobuses destartalados llegan hasta la tranquila ciudad de Pokhara, no sin antes pasar por el lugar donde nacio Buda, la ciudad de Lumbini.
Desde allí, nuestros amigos hacen una ruta muy cortita, lo mínimo para ser considerado hacer treking y no como dar la vuelta a la manzana. A la salida del pueblo de Dhampus está el control de permisos y TIMs para acceder al area de las Annapurnas.
Justo pasado el control, un 4x4 nos hizo apartarnos y pisar el cesped. Por casualidad nos fijamos en un delgado gusano contorsionista y ansioso que se mueve ondulante hacia nosotros desde una brizna de cesped. Se trata de nuestro primer Leeche, en castellano nuestra primera sanguijuela, que nos quería chupar la sangre muy activamente.
En la bajada desde Australian Camp hacia Tolka recibimos el primer master autóctono sobre como lidiar con los Leeches. Consiste en usar un saquito lleno de sal para impregnar nuestras botas y así evitar que suban. Si a pesar de ello consiguen subir a la bota, se pone sobre ellos el saquito de sal y se contraen hasta caer (que no mueren). Los Leeches serán tema de conversación constante con los lugareños.
Nuestro pueblo era Landruk. Allí había un estupendo sitio de paso de l@s chic@s que venían del colegio en Tolka.
Lady Red presentó a la oveja Pepi que tuvo una aparición estelar. Todas las atenciones se dirigieron a ella. Después salió el lobo Wolf cuyo manejo demostró la maestría de algun@s chic@s de Landruk.
A la vuelta a Katmandú hicimos una visita al Social Welfare Center, un centro para ancian@s dentro del area de Pashupatinath. El Templo de Pashupatinath es uno de los lugares más sagrados de Nepal, un centro de peregrinación y de cremación dedicado al dios Shiva (con el nombre de Pashupatinath).
L@s ancian@s se sorprendieron mucho al ver a la minúscula oveja Pepi paseando por el suelo. La señalaban y reían. Sus miradas expresaban la felicidad de encontrar algo nuevo.